Maratón de Espadán 2014. Fotos y vídeo de una prueba preciosa.


El Maratón de Espadán es una de esas carreras que desde que salgo por la montaña han estado pendientes de tachar en mi agenda. Los compañeros del Club Marató i Mitja decían que es una carrera muy dura porque te hartas a correr, que no da tregua y que terminas odiándola. La realidad es que me ha parecido preciosa.

La salida desde la bonita ciudad de Segorbe es lo esperado; subida, bajada, corre, corre, corre, tapón en la primera senda. Desde aquí comienza un paseo entre almendros y tierras de cultivo que nos invita a hacer turismo runner; Rascaña, Zagalorca, Vall de Almonacid..., y nos llega la primera subida a una peña negra que asusta mientras ves el Castillo de Almonacid. Una vez arriba, un tramo cómodo de senda nos lleva a un alcornocal precioso en el Barranco de Aguas Negras. Nada más cruzarlo comienza una subida corta pero intensa que nos lleva hasta una pista que desemboca en el infierno: La subida al pico Espadán. Las comparativas son odiosas, pero puedes considerarlo como la subida al Marinet y las crestas del Bartolo, un híbrido de ambas que si no vas muy fino te pueden dejar k.o., aunque a pesar de las advertencias que nos alertaban de su dureza, nos pareció pan comido y nos la quitamos de enmedio en poco más de veinte minutos. Coronar el pico Espadán ha sido maravilloso por las vistas de la provincia de Castellón, Teruel y Valencia. Aquí comienza la bajada por un terreno difícil y pedregoso en el que hay que ir con cuidado, ya que las caídas son muy comunes durante un km aproximadamente. Llegamos al km 26 y ¡toca correr! Pasamos por el Barranco de Almanzor, un lugar precioso para hacer excursionismo que nos lleva hasta Almedijar, Castellnovo y la huerta Segorbina. Desde el km 30 hasta meta los calambres en los Isquiotibiales y mis gritos han sido la constante, pero ¡hemos llegado a meta en 6h49h! El año que viene hacemos 6h si mis calambres no aparecen. 

Repetiremos.

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